Antes de empezar...

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5 de febrero de 2011

Carmesí

Estaba recargado en una pared de ladrillos. Por alguna razón el saber lo que pasaría no le molestaba en lo absoluto, al contrario, le daba un sentimiento de alegría y resignación extrañamente mezclados.

Miró su reloj y se sorprendió al ver la hora, estaba a punto de empezar y no debía llegar tarde, después de todo… era importante para ella. Entró a trompicones por la puerta trasera, camino pasando puertas y puertas, hasta que llegó al umbral de la habitación, estaba todo a oscuras y sentía como las cortinas le rozaban el rostro. Siguió hasta que vio una luz alumbrando una parte del piso y la habitación aledaña, se acerco furtivamente a la entrada y permaneció oculto tras las cortinas rojas que adornaban dicha entrada. Ahí estaba ella, sentada en un sofá de color hueso, con un elegante vestido rosa pastel y unas zapatillas color rojo, en el cuello se le podía ver el collar de perlas que el con tanto trabajo le había comprado. De pronto, desde el otro lado de la habitación entró un sujeto de traje blanco, piel oscura y sombrero de copa corta.- Así que aquí estabas Amanda, ¿no te das cuenta que te he estado buscando por todo el lugar?-.
- Lo lamentó Gonzalo, pero necesitaba estar aquí un momento, me gusta recordarlo…
-¿No ves que pensando en el solo te haces daño? Olvida de una vez a tu esposo y ven conmigo, te prometo el dinero, la fama y los lujos que él jamás te podrá brindar. Es un pobre diablo que lo único que ha podido hacer es endeudarse por completo comprándote baratijas y cosas inservibles, entiéndelo de una vez, si vienes conmigo serás completamente feliz, no habrá nada que te falte y no añoraras nada-. Se acercó al asiento donde ella se encontraba, la tomó de la muñeca y la atrajo hacia sí, para después tomarla de la cintura y darle un beso en los labios que hizo que ella aflojara completamente sus músculos, quedando a merced de aquel hombre. Al separarse ella le tomó el rostro y comenzó a acariciarle las mejillas,- tienes razón, hoy mismo se lo diré, abandonaré este lugar y esta vida para iniciar una nueva contigo. No sé como lo has logrado, pero has hecho que me quede perdidamente enamorada de ti, te has vuelto más importante que él en mi vida…quiero pasar todo el tiempo que pueda contigo, porque te amo…-.

No soportaba escuchar y ver esa escena, ella, la mujer que tan feliz lo había hecho estaba besándose con otro y le decía las mismas palabras apasionadas que a él le llegó a decir. Cansado, psicótico, sacó aquella vieja M1911 y entró en la habitación…estaba arto de ver a aquel sujeto de piel oscura, además ¿Por qué ella mentía sobre su nombre? Eso no era lo importante, lo importante era…la venganza.

Empuñó el arma en su mano y antes de que cualquiera de los dos amantes reaccionara, disparó 3 balas que entraron el  pecho de aquel sujeto, haciendo que el traje blanco comenzara a llenarse de un rojo carmesí brillante…ella parecía estar en shock, no reaccionaba, simplemente estaba tirada en el piso, cubriéndose el rostro salpicado de algunas gotas de sangre. La tomó por el antebrazo, le apuntó a la cabeza y sin esperar una defensa, tiró del gatillo y el cuerpo quedo colgando en sus brazos…el vestido rosa comenzó a llenarse de sangre que combinaba con aquellas zapatillas. Después solo abrió la boca, se colocó el cañón de la pistola en la garganta y…

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En las calles corría un pequeño niño vocero, gritaba promocionando la noticia de espectáculos, yo estaba en un café frente a un teatro que había sido cerrado por la policía, tal parece que hubo un doble asesinato y un suicidio durante una presentación, es la misma noticia que aquel pequeño niño va promocionando… Decía que el asesino estaba celoso del éxito de ambos actores, aquella hermosa mujer de nombre María me parece y de aquel actor novato, Marcos… ¿habrá sido en verdad celos del éxito? Qué más da, total, los tres están muertos y la verdad absoluta se irá con ellos…Santo Dios, que buen café.
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